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Dietas y nutrición / Alimentación saludable
Una buena meta: cambiar alimentos y hábitos para controlar la hipertensión
05 de enero 2025
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Getty Images
A nivel mundial, 1,2 mil millones de personas viven con hipertensión, en muchos casos no controlada. En América Latina, 35.4% de los adultos de entre 30 y 79 años padecen esta afección, y el 37% de ellos ni siquiera lo sabe porque no han tenido un diagnóstico.
La falta de tratamiento o el mal manejo de la hipertensión aumentan el riesgo de accidentes cerebrovasculares y enfermedad cardíaca.
Los cambios saludables en tu estilo de vida pueden ayudarte a controlar algunos factores que ocasionan la hipertensión, una buena meta para el año, entre ellos:
- Consumir una dieta saludable para el corazón que contenga vegetales, frutas, granos enteros y proteínas bajas en grasa como pescado.
- Incrementar la actividad física. Incluir 150 minutos de actividad moderada cada semana.
- Mantener un peso moderado.
- Dejar de fumar, si lo haces.
- Limitar el consumo de alcohol.
Tips sobre el estilo de vida que ayudan a disminuir el riesgo de hipertensión
- Comer diariamente 4 porciones de frutas y 5 porciones de vegetales.
- Limitar la cantidad de azúcar refinada que consumes.
- Reducir tu ingesta diaria de sodio a 1.5 a 2.3 gramos.
- Bajar de peso si tienes sobrepeso u obesidad.
Monitorear tu presión sanguínea regularmente.
La Asociación Americana del Corazón recomienda consumir no más de 2,300 mg de sodio al día. Lo ideal es limitar a 1,500 mg al día en especial los adultos que tengan presión arterial alta. Incluso limitar el sodio a sólo 1,000 mg al día puede mejorar la presión arterial y la salud coronaria.
La presión arterial alta o hipertensión, es muy común y muchas veces se desconoce que se tiene ya que no presenta síntomas. Es importante verificar periódicamente la presión arterial para evitar complicaciones serias. El tratamiento varía dependiendo de los factores y de la severidad, puede incluir fármacos recetados por el médico.
En muchos casos de hipertensión, los cambios de estilo de vida pueden ser de vital importancia como parte del tratamiento. Estos cambios incluyen incorporar más frutas y vegetales a la dieta, limitar la ingesta de sodio y también limitar el alcohol, así como hacer más ejercicio.
Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. (NLM), Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Asociación Americana del Corazón.