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Salud Mental / Estrés
Por qué a veces las Fiestas duelen, y cómo enfrentar y superar ese dolor
03 de diciembre 2025
Tiempo estimado de lectura: 4m
Estrés por fiestas

GettyImages

Si las fiestas te resultan dolorosas o emocionalmente abrumadoras, es bueno primero que nada que sepas que no estás solo. Simplemente eres otro ser humano sensible y único.
Para muchos, esta época del año amplifica recuerdos, expectativas y vulnerabilidades.
Vamos a desempacar esta “caja de emociones” una a una, y explorar cómo afrontarlas.

1. Duelo que resurge: la silla vacía

Las fiestas actúan como amplificadores de emociones. Iluminan con fuerza lo que (o quién) falta. Ya sea que hayas perdido a alguien recientemente o hace años, esta temporada suele reavivar el duelo.
Por qué duele
  • Los rituales recuerdan tradiciones compartidas
  • Fotos, canciones y olores despiertan memorias
  • Ver a otros con sus seres queridos intensifica la ausencia
  • Las expectativas de “alegría” chocan con tu realidad emocional

Cómo manejar esta emoción

  • Crea un ritual de recuerdo. Enciende una vela, cocina su plato favorito o escucha su música preferida.
  • Date permiso para sentir. El duelo no se contradice con la temporada festiva. Es un testimonio del amor.
  • Di no a tradiciones que duelan demasiado. Puedes saltarte eventos o crear alternativas menos “fuertes”.
  • Comparte recuerdos con alguien de confianza. Contar historias hace que su presencia se sienta más cercana.

2. Recuerdos de la Infancia: cuando el pasado invade el presente

Incluso si tu vida actual es muy distinta, las fiestas pueden “colocarte” de nuevo ante experiencias tempranas, tanto felices como dolorosas.
Por qué duele
  • Las fiestas despiertan nostalgia ligada a patrones infantiles
  • Viejas heridas de pertenencia, seguridad o afecto pueden resurgir
  • Puedes caer en roles que jugabas creciendo
  • Las reuniones familiares desencadenan dinámicas que ya superaste

Cómo manejar esta emoción

  • Observa si estás “viajando en el tiempo emocional”. Pregúntate: “¿Esta emoción es actual… o viene del pasado?”
  • Crea nuevas tradiciones que reflejen quién eres hoy. Debes saber que no estás obligado a repetir el pasado.
  • Mima a tu niño interior. Haz algo que tu yo pequeño habría disfrutado: manualidades, películas acogedoras, un dulce favorito.
  • Limita la exposición a ambientes “detonantes”. Puedes pasar las fiestas en un lugar donde te sientas seguro y respetado.

3. Presión social: El mito de las fiestas perfectas

La temporada llega con un guión culturalmente predeterminado: felicidad, romance, armonía familiar, casas impecables, regalos perfectos.
Este guión es imposible, y tratar de seguirlo genera un dolor silencioso.
Por qué duele
  • Compararte con imágenes idealizadas
  • Sentir presión por estar alegre, aunque no lo estés
  • Miedo a decepcionar a otros
  • Estrés financiero

Cómo manejar esta emoción

  • Reescribe tu propio guión festivo. Elige lo que tú quieres que represente la temporada: descanso, simplicidad, reflexión, conexión… o nada.
  • Reduce la exposición a las comparaciones. Haz una pausa de Instagram o silencia cuentas que publiquen mucho contenido navideño.
  • Prioriza gestos significativos, no costosos. La conexión, no el precio, crea calidez real.
  • Practica la honestidad emocional. No necesitas fingir perfección. “Tendré unas fiestas tranquilas este año” es suficiente.

4. Conflicto familiar: La olla a presión de la temporada

Para algunos, las reuniones familiares son enriquecedores y esperadas. Para otros, son campos minados.
Por qué duele
  • Vuelven a aparecer patrones antiguos
  • Tensiones por valores o política
  • Expectativas de unión pese a conflictos no resueltos
  • Sentirte obligado a asistir a eventos que te drenan
  • Culpa relacionada con poner distancia o límites

Cómo manejar esta emoción

  • Establece límites antes del evento. Decide qué temas no discutirás, cuánto tiempo te quedarás y qué apoyo necesitas.
  • Ten un plan de escape. Ve en tu propio transporte, coordina con un amigo o programa un “compromiso” que te permita retirarte.
  • No caigas en la provocación. No todos los comentarios requieren respuesta. “Te escucho” o “Cambiemos de tema” funcionan.
  • Elige tu familia de forma intencional. Si la familia biológica es difícil, pasa las fiestas con la familia elegida: amigos, pareja o incluso contigo mismo.
La temporada de fiestas no es igual para todos. Para algunos es hermosa. Para otros, complicada, dolorosa o agotadora.
Tu experiencia emocional es válida, aunque no coincida con la narrativa cultural o social.
En lugar de forzar la alegría, puedes convertir esta época en una oportunidad para:
  • Reconocer tu verdad emocional
  • Practicar ser considerado contigo mismo y con tus sentimientos
  • Crear rituales nuevos y auténticos
  • Dejar ir lo que ya no te sirve
Mereces una temporada que no duela, aunque eso signifique reinventarla parcialmente… o por completo.
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