Primero, ocho
cosas esenciales que debes saber sobre el dengue:
Los virus del dengue se transmiten a través de la picadura de mosquitos de la especie Aedes aegypti, que portan el gérmen.
Cada año, hasta 400 millones de personas se infectan con el virus del dengue a nivel mundial.
América Latina está experimentando brotes de dengue históricos: hubo
9.3 millones de casos registrados solo en el primer cuatrimestre de 2024, en 43 países y territorios.
El dengue se considera generalmente
una enfermedad estacional, con brotes que suelen alcanzar su punto máximo durante los meses más cálidos y húmedos. Esto se debe a que los mosquitos que transmiten el virus del dengue proliferan en estas condiciones.
Una hembra mosquito adulta se alimenta de la sangre del ser humano, y al picarlo es cuando le transmite el virus.
Hay cuatro virus que causan dengue: el DENV‑1, DENV‑2, DENV‑3 y DENV‑4.
Se pueden tomar
medidas para prevenir el dengue. Hay una
vacuna autorizada para su uso en menores de 9 a 16 años que hayan tenido dengue previamente. En los adultos, el tratamiento consiste en atender los síntomas.
Una persona puede infectarse con dengue varias veces a lo largo de su vida.
Por qué infectarse con el virus del dengue una segunda vez puede ser muy grave
Habitualmente, con otros virus, una infección inicial puede ofrecer protección contra futuras infecciones. Pero como el virus del dengue se presenta en cuatro serotipos o formas distintas, una infección previa no proporciona protección completa.
La primera infección ofrece inmunidad contra el serotipo específico que la causó, pero
solo protección parcial y temporal contra los otros tres.
Durante una segunda infección por dengue con un serotipo diferente, los anticuerpos producidos durante la primera infección pueden unirse al nuevo virus, pero no lo neutralizan.
De hecho, provocan el efecto contrario: logran mayor penetración viral. El nuevo virus se encuentra con el anticuerpo del anterior y hacen una suerte de alianza, lo que permite que el virus entre y se replique con mayor eficiencia, burlando al sistema inmune.
Esta mayor replicación viral puede provocar una mayor carga viral en el organismo, lo que puede contribuir a una enfermedad más grave.
La respuesta del sistema inmune durante esta segunda infección también puede ser diferente, las células T, que habitualmente protegen contra la infección, no lo hacen y además liberan más citocinas, lo que contribuye aún más a la inflamación y al daño de los tejidos.
Todo esto crea una “tormenta perfecta” para complicaciones clínicas, más aún si la persona tiene afecciones preexistentes. Una segunda infección del virus puede ser en realidad mucho más mortal que la infección inicial.
Si ocurre, la
muerte por dengue se debe principalmente a la fiebre hemorrágica del dengue (FHD) o al síndrome de shock por dengue, que puede provocar insuficiencia orgánica,
shock y sangrado excesivo. Estas complicaciones se presentan cuando el virus del dengue causa permeabilidad en los vasos sanguíneos y disminuye el número de plaquetas en el torrente sanguíneo.
Las señales de advertencia del dengue grave pueden ser síntomas en catarata, esto es que pueden aparecer repentina y rápidamente. Suelen presentarse el primer o segundo día después que desaparezca la fiebre y pueden incluir:
Dolor de estómago intenso
Vómitos persistentes
Sangrado de encías o nariz
Sangre en la orina, las heces o el vómito
Sangrado subcutáneo, que puede parecer un moretón
Respiración difícil o rápida
Fatiga
Irritabilidad o inquietud
Si se ha sufrido una primera infección por dengue y se presentan estos síntomas, la segunda infección debe tratarse como una emergencia médica y se debe buscar atención inmediatamente.
Fuentes consultadas: Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, The Vaccine Alliance (GAVI), Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Clínica Mayo.