La Asociación Americana de Psicología (APA) asegura que
centrarse en un comportamiento o hábito a la vez puede ayudar a lograr el éxito a largo plazo con los propósitos de Año Nuevo.
Puede resultar abrumador cuando la lista de propósitos es tan larga como la lista de compras navideñas. Además del bajón posterior a las fiestas, no poder cumplir con los propósitos antes de que termine enero, febrero o marzo puede aumentar la ansiedad.
Cuando las decoraciones navideñas están guardadas, la frustración de no haber utilizado la membresía del gimnasio u otros recordatorios de propósitos fallidos pueden hacer que los últimos meses del invierno parezcan desesperanzadores.
Sin embargo, es importante recordar que el Año Nuevo no está destinado a servir como catalizador para cambios radicales de carácter. Es un momento para que las personas reflexionen sobre su comportamiento del año anterior y prometan hacer cambios positivos en su estilo de vida.
“Establecer metas pequeñas y alcanzables a lo largo del año, en lugar de una meta única y abrumadora el 1 de enero, puede ayudar a alcanzar lo que la persona se proponga”, dice la psicóloga
Lynn Bufka. “Hay que recordar que no se trata de la magnitud del cambio lo que importa, sino el acto de reconocer que el cambio de estilo de vida es importante y trabajar para lograrlo, un paso a la vez”.
Entre las resoluciones más populares están:
Comer más sano y hacer más ejercicio (estos son propósitos básicos que no solo mejorarán la salud sino que ayudarán a cumplir las otras metas)
Pasar más tiempo con familia y
amigos (relacionado con lograr un balance entre la vida personal y el trabajo)
Viajar más (en este propósito el dinero cuenta pero viajar no siempre significa volar a tierras lejanos. Ir a una ciudad o pueblo, a un parque o visitar un museo cercano que siempre quisimos visitar puede cubrir esta meta)
Empezar un diario personal (está probado científicamente que escribir las propias experiencias ayuda a ver la propia vida en perspectiva)
Aprender o realizar ese hobby que siempre quisimos (jardinería, tocar un instrumento musical, pintar)
Trabajar en la salud mental (meditar,
reducir el estrés, hablar más con gente cercana y querida, e incluso de ser necesario consultar con un especialista ayudarán a sentirse bien y al bienestar general)
Dejar de fumar y beber menos (muchas veces estos hábitos se desarrollan juntos. Atacarlos como una meta única en este caso no es una mala idea)
Pensar menos en uno mismo y más en el prójimo (otra acto con comprobacion científica: el altruismo no solo ayuda a mejorar otras vidas sino que otorga una sensación positiva de satisfacción propia a la persona que lo realiza).
Fuentes consultadas: APA, estudios científicos.