Desde fármacos más eficaces que se dirigen específicamente a las células cancerosas, reduciendo los efectos secundarios y previniendo su reaparición, hasta terapias que impactan en el sistema immune, en las últimas décadas las opciones de tratamientos contra el cáncer de mama han aumentado de manera exponencial.
Hay una gran oferta nueva y
muchas otras alternativas en camino, en etapa de ensayos clínicos avanzados.
El paciente tiene derecho a conocer sus opciones y a discutir con su equipo médico cuál sería el mejor camino para su caso específico.
Si bien algunos tratamientos aumentan la eficacia de los fármacos existentes, otros pueden ofrecer estrategias nuevas e innovadoras para atacar las células tumorales.
Y un objetivo común es reducir los a veces intensos efectos secundarios.
Los
pilares del tratamiento del cáncer de mama son la cirugía, la radiación, la quimioterapia, la terapia hormonal, la terapia dirigida o focalizada, y la inmunoterapia. Se puede decir que los tres primeros son los abordajes más tradicionales.
Hoy en día muchos de ellos se utilizan de manera combinada.
Terapia hormonal
Algunos cánceres de mama tienen receptores para las hormonas estrógeno y/o progesterona. Las terapias que bloquean los efectos promotores del crecimiento del estrógeno en tumores con receptores hormonales pueden utilizarse para tratar estos cánceres, llamados cánceres con receptores hormonales (RH), o en ocasiones cánceres con receptores de estrógeno (RE) positivos.
Existen muchas terapias hormonales para tratar el cáncer de mama, y estos medicamentos actúan de diversas maneras, incluyendo la supresión de la función ovárica, el bloqueo de la producción de estrógeno y el bloqueo de sus efectos.
Investigadores también están estudiando si la combinación de terapia hormonal y radioterapia es más eficaz que la terapia hormonal sola en el tratamiento de mujeres con cáncer de mama en etapa temprana de bajo riesgo.
Terapias dirigidas o focalizadas para el cáncer de mama
Se han aprobado numerosas terapias dirigidas para tratar el cáncer de mama. Estas terapias dirigidas o focalizadas, que incluyen anticuerpos monoclonales y fármacos de moléculas pequeñas, se dirigen a proteínas que controlan el crecimiento, la división y la propagación de las células cancerosas.
Anticuerpos monoclonales
Los anticuerpos monoclonales son proteínas diseñadas para unirse a puntos específicos en las células cancerosas. Un tipo de anticuerpo monoclonal, llamado conjugado anticuerpo‑fármaco, ayuda a transportar los fármacos quimioterapéuticos directamente a las células cancerosas sin dañar otras células.
Medicamentos de moléculas pequeñas
Los medicamentos de moléculas pequeñas son un tipo de terapia dirigida que puede penetrar en las células cancerosas y bloquear funciones críticas. Las últimas de estas alternativas farmacológicas
se han aprobado en 2024.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento que ayuda al sistema inmunitario a combatir el cáncer de forma más eficaz. Estudios han demostrado que algunos fármacos de inmunoterapia, conocidos como inhibidores de puntos de control inmunitario, mejoran la esperanza de vida de algunas personas con cáncer de mama avanzado, en particular aquellas con cáncer de mama triple negativo.
Investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI) buscan maneras de utilizar terapias celulares, como la terapia con células T CAR y la terapia de transferencia de células T, para tratar tumores sólidos, como el cáncer de mama.
Estudios en curso de tratamientos para el cáncer de mama
Hacia fines de 2024, los siguientes tratamientos y fármacos nuevos se encontraban en ensayos clínicos y aún no habían recibido la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA):
Un estudio actual, financiado por el NCI, analiza a pacientes con cáncer de mama triple negativo en etapa temprana que tuvieron una respuesta completa al tratamiento antes de la cirugía pero que siguen necesitando tratamiento después. El tratamiento estándar consiste en administrar la droga de inmunoterapia pembrolizumab 27 semanas después de la cirugía. El objetivo es determinar si la observación por sí sola funciona tan bien como continuar con pembrolizumab para prevenir la reaparición del cáncer.
Otro ensayo clínico en curso utiliza linfocitos infiltrantes de tumores (TIL) para reducir el tamaño de los tumores en mujeres con cáncer de mama metastásico.
En otro ensayo, científicos del NCI investigan un tipo de terapia con células T en la que las células T de una persona se modifican en un laboratorio para atacar las células cancerosas y luego se reintroducen en el paciente. El estudio está reclutando pacientes con cánceres sólidos, incluido el cáncer de mama.
Lasofoxifeno. Una posible nueva terapia hormonal dirigida a las mutaciones del gen ESR1 en el cáncer de mama
Durvalumab + Dato‑DXd. Una potencial nueva combinación de fármacos para el cáncer de mama triple negativo (CMTN)
Nuevas tecnologías
Las tecnologías nuevas y mejoradas podrían aumentar la velocidad y la precisión en la detección, el diagnóstico o el seguimiento del cáncer de mama para determinar su progresión y la respuesta al tratamiento.
Cerianna (Fluoroestradiol F‑18). Es un agente de diagnóstico por imagen para detectar metástasis de cáncer de mama con receptores de estrógeno (RE) positivos.
HER2DX. Es una prueba para personalizar el tratamiento del cáncer de mama HER2 positivo. Los médicos están cada vez más cerca de identificar qué pacientes con cáncer de mama HER2 positivo en etapa temprana pueden evitar la quimioterapia de forma segura mediante la prueba genómica HER2DX. HER2DX es la primera prueba diseñada específicamente para identificar pacientes HER2 positivo con alto y bajo riesgo de recurrencia. Para algunas personas, poder evitar la quimioterapia sin comprometer los resultados a largo plazo les permitirá tener una mejor calidad de vida.
Terapias dirigidas a las células cancerosas latentes
Las células cancerosas latentes son células que no murieron durante el tratamiento inicial de una persona. Estas células pueden "hibernar" sin ser detectadas por razones desconocidas hasta que comienzan a crecer de nuevo. El hueso es un lugar común donde las células cancerosas latentes de mama se esconden y posiblemente crecen. En el ensayo clínico de fase 2 CLEVER, presentado en la Sociedad Europea de Oncología Clínica en octubre de 2023 los investigadores probaron si podían encontrar células cancerosas latentes en la médula ósea de los participantes y eliminarlas.
Los resultados del estudio muestran que los investigadores lograron encontrar y eliminar células cancerosas latentes en aproximadamente el 80% de las participantes. Si bien se necesitarán estudios más amplios para confirmar estos resultados, el estudio CLEVER demuestra que este prometedor enfoque podría prevenir la recurrencia del cáncer de mama.
La investigación puede tardar décadas en llegar a la práctica clínica, pero hay avances que están a la vuelta de la esquina.
Algunos avances en el tratamiento del cáncer de mama son el resultado de la combinación de ciertos medicamentos, la identificación de pacientes que pueden omitir ciertos elementos del tratamiento o la modificación del orden de sus tratamientos para maximizar la eficacia o minimizar los efectos secundarios.
Con el conocimiento adquirido en los ensayos clínicos, los investigadores buscan nuevas maneras de
mejorar los resultados de los pacientes, mientras utilizan los medicamentos existentes.
Fuentes consultadas: Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, Susan G. Komen, Sociedad Europea de Oncología Clínica, Universidad de California en Riverside.