Además de los lácteos, hay otros alimentos que son importantes para la salud de los huesos. Las ciruelas pasas también pueden proteger la estructura y la fortaleza ósea en mujeres posmenopáusicas, según
un nuevo estudio dirigido por investigadores de Penn State.
Los hallazgos, publicados en Osteoporosis International, sugieren que el consumo diario de ciruelas pasas ralentiza la progresión de la pérdida ósea relacionada con la edad y reduce el riesgo de fracturas.
Los huesos están formados por tejidos fuertes pero dinámicos que están constantemente en un proceso de remodelación.
Células óseas especializadas eliminan el hueso viejo y lo reemplazan con hueso nuevo. Con la edad, este balance comienza a perderse, y el cuerpo descompone el hueso más rápido de lo que puede reconstruirlo.
La pérdida acelerada de hueso puede llevar al desarrollo de
osteoporosis, una enfermedad en la que los huesos se vuelven menos densos y la estructura ósea cambia, haciéndolos más débiles y con mayor riesgo de fracturas.
En América Latino, del
30 al 50% de las personas de más de 50 años tienen osteoporosis. Más de 10 millones de estadounidenses padecen esta afección, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Es
más común en mujeres que en hombres, y en adultos mayores.
Es una preocupación particular entre las mujeres posmenopáusicas, dijeron los investigadores de Penn. El estrógeno, una hormona crítica para la salud ósea, disminuye durante esta fase de la vida, y los niveles más bajos de estrógeno aceleran la pérdida de densidad ósea. Aunque existen medicamentos disponibles para tratar la osteoporosis, los investigadores señalaron que muchas mujeres que deberían estar tomándolos no lo hacen.
Las ciruelas pasas ofrecen una alternativa complementaria prometedora. Contienen compuestos bioactivos como polifenoles, que pueden atenuar las vías inflamatorias que conducen a la pérdida ósea.
Para ver si el consumo diario de ciruelas pasas influía en la calidad ósea, el equipo de investigación realizó un ensayo controlado aleatorio de 12 meses con 235 mujeres posmenopáusicas. Las participantes fueron asignadas a uno de tres grupos: sin ciruelas pasas; 50 gramos, o de cuatro a seis, ciruelas pasas diarias; o 100 gramos, o de 10 a 12, ciruelas pasas diarias.
Cada seis meses, se les evaluaba mediante una tomografía cuantitativa periférica computarizada (pQCT), que permite la obtención de imágenes transversales para medir la densidad ósea en 3D, la geometría ósea y la fortaleza ósea.
Durante el transcurso de un año, los investigadores encontraron que las mediciones de densidad ósea y fortaleza ósea en la tibia, o hueso de la espinilla, disminuyeron en las mujeres del grupo de control.
En contraste, aquellas que consumieron al menos de cuatro a seis ciruelas pasas al día mantuvieron la densidad ósea y la fortaleza ósea, y preservaron la estructura ósea, especialmente en el hueso cortical.
Aunque las mujeres de ambos grupos que consumieron ciruelas pasas vieron beneficios, el consumo de cuatro a seis ciruelas pasas al día puede ser la dosis más factible. Las mujeres del grupo de 100 gramos abandonaron el estudio a un ritmo mayor porque se aburrían de incorporar tantas ciruelas pasas en su dieta diaria. Por eso, los investigadores buscan nuevas fuentes de polifenoles tan potentes como el de las ciruelas pasas.
Fuentes consultadas: Penn State, CDC, NIH.