Se recomienda que los adultos consuman entre 225 y 325 g de carbohidratos por día, preferentemente provenientes de frutas, vegetales, lácteos o legumbres. La triste realidad es que la mayor parte de ese consumo (e incluso cantidades superiores) provienen de productos derivados de las harinas refinadas, como panes, pasteles o galletas. Conoce cómo pueden afectar tu salud.