Siempre es posible mejorar la alimentación. Entre los retos está revisar el consumo de fibra y si estás teniendo una alimentación completa y variada. Si cubres o no los requerimientos de proteínas, calcio y vitamina D. Así como disminuir en general los alimentos altos en azúcar, grasas saturadas y sodio. El reto cada día es practicar algunas sencillas medidas para lograrlo.
1.¿Cómo aumentar el consumo de fibra?
Entre los beneficios de la fibra dietética está que ayuda a mantener la salud del colon, da saciedad, ayuda a controlar el azúcar en la sangre y reduce los niveles de colesterol.
La fibra se encuentra en los vegetales y frutas frescas, cereales integrales, leguminosas, nueces y semillas.
Consume más vegetales frescos que puedes preparar en ensaladas, acompañamientos o comerlos entre comidas.
Siempre ten disponible en refrigeración apio, zanahoria, jícama y pepino cortados en tiras, listos para comer.
Acompaña tus comidas diarias con ½ taza de frijoles o lentejas.
Desayuna diariamente avena u otro cereal integral y añade moras u otra fruta.
De postre, consume siempre fruta fresca.
Come en colores eligiendo gran variedad de vegetales, esto ayuda para tener una alimentación alta en antioxidantes y fitonutrientes.
2. Aumenta el consumo de calcio y vitamina D
Para la salud ósea es necesario cubrir los requerimientos de calcio y vitamina D.
Ponerte 15 minutos diarios al sol ayuda a producir vitamina D. Cuídate de no exponerte demasiado para evitar cáncer de piel.
Toma diariamente una bebida láctea fortificada con vitamina D que no tenga azúcares añadidos.
Incluye una vez a la semana salmón o sardinas en tu almuerzo.
Come con frecuencia espinacas y col.
3. Más potasio y menos sodio
No consumir suficiente potasio aumenta los riesgos de tener presión arterial y cálculos renales.
Revisa tus niveles de potasio en sangre, puedes tener exceso de potasio en la sangre, en especial si tomas medicamentos o tienes una enfermedad renal crónica.
Para incluir más potasio en la dieta prueba:
Más recetas nuevas con remolacha, habas o acelgas.
Incluye jugo natural de ciruela, de granada o naranja.
Come diariamente un plátano.
Consumir demasiada sal o alimentos con sodio puede aumentar el riesgo de tener presión arterial alta, sufrir un ataque cardíaco o tener un accidente cerebrovascular.
Tips para reducir ingesta de sodio
Usa jugo de limón o hierba frescas en lugar de sal en tus comidas.
Disminuye el consumo de alimentos procesados y siempre lee las etiquetas de contenido nutrimental, pon atención al sodio.
Y no tengas sal en la mesa.
4. Limita los azúcares añadidos
El exceso de azúcar aumenta el riesgo de obesidad, sobrepeso, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Revisa las etiquetas de contenido nutrimental y evita los alimentos con azúcares añadidos (jarabe de maíz alto en fructosa, fructosa, dextrosa, azúcar, sacarosa, jarabe de arce, jugo de caña, miel, entre otros).
De preferencia toma agua sola.
Evita crema batida, bebidas azucaradas, sodas o refrescos y preparaciones de café con azúcar añadido.
5. Sustituye las grasas saturadas por grasas saludables.
Protege tu corazón al reemplazar las grasas saturadas por grasas más saludables.
Sustituye la leche entera o el yogur por leche o yogur bajos en grasa.
Añade nueces en lugar de queso a tus ensaladas.
Como fuente de proteína consume alimentos con proteína de origen vegetal en lugar de carnes.
Cocina con aceite de oliva, canola, cártamo o girasol en lugar de usar mantequilla o margarina.
Estos sencillos tips te ayudarán a tener una alimentación más saludable.
Fuente: Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).