Conforme pasan los años la piel cambia, y comienzan a surgir arrugas, manchas y resequedad. Además, se vuelve más delgada y pierde grasa, tornándose menos suave y lisa, lo que hace que la recuperación de su aspecto original sea cada vez más difícil. Muchos especialistas coinciden en que, para mantenerla saludable, una buena alimentación es fundamental. Conoce aquí qué puedes comer para lograrlo y qué debes evitar.