El término “alimentos ultraprocesados” proviene del sistema de
clasificación de alimentos NOVA, desarrollado por investigadores de la Universidad de San Pablo, en Brasil.
El sistema clasifica los alimentos en cuatro categorías según su grado de procesamiento durante el proceso de producción:
Alimentos no procesados o mínimamente procesados. Este grupo incluye productos como frutas, verduras, leche, pescado, legumbres, huevos, nueces y semillas que no tienen ingredientes agregados y que han sido poco alterados con respecto a su estado natural. Llegan al consumidor sin tanto procesamiento.
Ingredientes procesados. Son productos que se agregan a alimentos o comidas para sazonarlos o darles sabor, pero que no se consumen solos, como la sal, el azúcar y los aceites.
Alimentos procesados. Son los que se elaboran combinando alimentos de los grupos 1 y 2, los cuales se alteran de la misma manera que se podría hacer en casa. Incluyen alimentos como mermeladas, encurtidos, frutas y verduras enlatadas, panes y quesos caseros.
Alimentos ultraprocesados. Estos productos tienen cinco o más ingredientes y aditivos que no se suelen utilizar en la cocina casera, como conservantes, emulsionantes, edulcorantes y colorants, y aditivos artificiales para agregar sabor. Estos alimentos generalmente tienen una vida útil prolongada. Algunos de ellos son: helado, jamón, salchichas, papas fritas, pan producido de manera industrial, tortas, y productos de confitería, cereales para el desayuno, galletas, bebidas carbonatadas, yogures con sabor a frutas, sopas instantáneas y algunas bebidas alcohólicas, como whisky, ginebra y ron.
Los alimentos ultraprocesados tienen un alto contenido de calorías, azúcar y grasas, y un bajo contenido de fibra, proteínas, minerales y vitaminas. Pueden ser un riesgo para la salud porque pueden:
Contribuir al aumento de peso: a menudo su marketing es muy agresivo, induciendo a comprarlo y comerlo, lo que puede llevar a consumirlo en exceso.
Aumentar el riesgo de enfermedades crónicas: pueden elevar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Provocar inflamación: pueden aumentar el riesgo de enfermedades inflamatorias crónicas.
Disparar problemas de salud mental: pueden estar asociados con problemas de salud mental y demencia.
Afectar la salud intestinal: pueden cambiar el microbioma intestinal y hacer que la persona sea menos sensible a los sabores.
Contener aditivos nocivos para la salud: pueden contener aditivos nocivos para la salud, como altos niveles de sal y grasas saturadas..
Tener contaminantes: pueden contener contaminantes de los materiales de envasado, como microplásticos y aceites minerales.
Reemplazar alimentos más nutritivos: pueden reemplazar opciones de comidas más nutritivas, como frutas y verduras frescas.
Efectos de estos alimentos en la salud
El primer estudio de referencia que demostró una relación causa‑efecto entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el aumento de peso se publicó en 2019.
Un
estudio de 2022 relacionó el consumo de estos alimentos con un cambio en la composición de la microbiota intestinal, un sistema de microorganismos que "viven" en los intestinos y que apoyan a los sistemas del organismo para que funcione bien y de manera balanceada.
Los alimentos ultraprocesados suelen contener
altos niveles de grasas saturadas, sal y azúcar y cuando los comemos, dejamos menos espacio en nuestra dieta para alimentos más nutritivos. El consumo excesivo de estos productos tambien se asocia con
un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Esta acumulación de grasa afecta las
funciones hepáticas. También habrían factores relacionados con el
procesamiento en sí (es decir, productos químicos no nutricionales y descomposición de la matriz alimentaria), que podrían afectar las funciones esenciales del hígado.
Una mayor exposición a alimentos ultraprocesados se ha asociado con
un mayor riesgo de resultados adversos para la salud, especialmente cardiometabólicos, trastornos mentales comunes y peores resultados en las tasas de mortalidad.
Fuentes consultadas: CDC, USDA, Harvard Health.