El pescado y los mariscos son excelentes fuente de proteínas, por lo que es recomendable consumirlos como parte de una alimentación equilibrada.
Es importante manipularlos de forma segura para evitar las enfermedades de transmisión alimentaria e
intoxicación alimentaria.
Compra el pescado y mariscos frescos: Asegúrate de que los productos tengan un aspecto fresco, olor agradable y textura firme.
Estrategias de conservación
Mantener fríos el pescado y los mariscos
Lava bien el pescado y los mariscos con agua fría antes de refrigerarlos o congelarlos.
Coloca los mariscos en hielo, refrigeración o congelación en el transcurso de dos horas después de comprarlos (o hasta una hora si está expuesto a una temperatura de 90°F (32°C) o más.
Lo óptimo es preparar el salmón crudo y otros pescados lo antes posible el mismo día que se adquiere o al día siguiente. Cocinado el salmón puede durar de dos a tres días en refrigeración
Si se mantiene en refrigeración debe conservarse a una temperatura entre 0°C y 4°C.
Si se congela, envuelve el pescado en plástico, papel de aluminio o papel resistente a la humedad. Debe congelarse a temperaturas inferiores de ‑18°C.
Evita la contaminación cruzada
Mantén separados el pescado y mariscos crudos de otros alimentos.
Lávate las manos al menos durante 20 segundos con agua y jabón siempre que manejes comida cruda.
Lava y desinfecta las tablas de picar, platos, utensilios y superficies de trabajo con jabón y agua caliente antes y también al estar en contacto con el pescado y mariscos crudos.
¿Cómo descongelar?
El descongelamiento del pescado y mariscos debe ser gradual, pasarlo del congelador a la nevera la noche anterior a su consumo. Si requieres descongelarlo “rápido” es conveniente mantenerlos en su envoltura de plástico y sumergirlos en agua fría (cambiando cada 30 minutos) o puedes usar el microondas.
Cocción
Al cocinar el pescado y los mariscos deben alcanzar una temperatura de 145°F (63°C).
Siempre consume pescados y mariscos inmediatamente después de su preparación o máximo dentro de las dos horas posteriores o una hora incluso en climas cálidos 90°F (32°C). Mantén las temperaturas adecuadas antes de servir, si es en frío en una base de hielo y si es caliente en pequeños contenedores y recalentar hasta el momento de servir.
Si se mantiene a temperatura ambiente el pescado y mariscos por más de dos horas, ya no los consumas.
Recuerda:
Los mariscos en mal estado sin cocinar pueden tener olores agrios, rancios o incluso oler a amoniaco. Si percibes estos olores, no los comas.
Como regla de seguridad es mejor siempre cocinar el pescado y los mariscos y no consumirlo crudo para minimizar el riesgo de adquirir una enfermedad transmitida por los alimentos o una intoxicación. Si bien la congelación previa pudiera eliminar algunos parásitos previos no puede matar todos los gérmenes dañinos.
¿Cómo conservar en refrigeración los camarones?
Te preguntarás si es mejor guardar los camarones crudos o cocinados, he aquí la respuesta:
Los camarones cocinados pueden durar hasta tres días, se recomienda sólo guardarlos después de cocinarse. Ya que los camarones frescos al igual que otros mariscos crudos en refrigeración se conservan en buenas condiciones por menos tiempo.
Si no puedes cocinar de inmediato los camarones, opta por guardarlos crudos usando un colador con hielo dentro de un recipiente hondo y consérvalo en refrigeración. De esta forma el hielo ayuda a conservarlos aún más fríos. O bien optar por congelarlos o comprarlos ya congelados.
La conservación de pescados y
mariscos es fundamental para mantener su calidad, frescura y seguridad alimentaria.
Este artículo fue producido por la licenciada en Nutrición Gloria Rabell.
Fuentes consultadas: Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), Seguridad Alimentaria / Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).