Tener inflamación intestinal debido a algunos alimentos o padecer de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) puede ser doloroso y provocar diarrea y fatiga intensas. 

Para tratar estos problemas, existen medicamentos específicos, pero ahora, un grupo de investigadores estadounidenses halló que un simple cambio o agregado en la dieta podría mitigar la inflamación del colon y mejorar la salud intestinal: comer una taza de fresas por día puede ayudar a mantener alejados esos malestares. 

"El estilo de vida sedentario y los hábitos alimenticios de muchas personas en este país ‑como las dietas altas en azúcar y en grasas animales y a la vez bajas en fibra‑ pueden promover la inflamación del colon y aumentar el riesgo de EII", dijo Hang Xiao, de la Universidad de Massachusetts, quien dirigió el estudio.

Se sabe que consumo regular de frutas y verduras se asocia con un menor riesgo de EII, pero también con un menor riesgo de enfermedades cardíacas y un mejor mantenimiento del peso que deriva en una buena salud en general.

Con el objetivo de identificar a las frutas que mejor podrían disminuir la inflamación del colon tanto en pacientes con EII, como en la población general, Xiao y su equipo quisieron enfocarse en las fresas, debido a su amplio consumo y gran aceptación. 

Según el informe , presentado el 20 de agosto de 2018 en la Exposición Nacional de la American Chemical Society (ACS) en Boston, los científicos utilizaron cuatro grupos de ratones: un grupo de ratones sanos que consumían una dieta regular y tres grupos de ratones con EII bajo una dieta regular, una dieta con 2.5% de polvo de fresa entero o una dieta con 5% de polvo de fresa. Los investigadores trataron de alimentar a los ratones con dosis de fresas similares a las que consume una persona.

Según los resultados obtenidos en laboratorio, las fresas disminuyeron la inflamación intestinal y de los tejidos cercanos. Los investigadores sugieren que comer 3/4  partes de una taza de fresas por día, suprimía significativamente los síntomas de EII en las personas. 

Hubo otros beneficios anexos tras el consumo de fresas: aumentó la cantidad de las bacterias intestinales “buenas” y disminuyó la presencia de las bacterias dañinas. También mejoró el metabolismo, lo que condujo a una reducción general de la inflamación.

En 2015, 3 millones de adultos en los EE. UU. Informaron haber sido diagnosticados con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) 

La EII incluye la enfermedad de Crohn, que puede infectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, y la colitis ulcerosa, que se caracteriza por la inflamación del colon y el recto; la EII aumenta el riesgo de cáncer colorrectal.

Tras el hallazgo mencionado arriba, el equipo intentará validar sus resultados en pacientes con EII. Si bien comer ¾ partes de una taza de fresas al día podría ser beneficioso para aquellos que buscan mejorar su salud intestinal, Xiao aconseja a los pacientes que consulten con su médico si padecen un problema crónico de este tipo.