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Autismo y Trastornos del Espectro Autista
12 señales de alerta del autismo
10 de abril 2024
El trastorno del espectro autista (TEA) es una enfermedad neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Afecta la forma en que una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Conocer los síntomas es importante para diagnosticarlo en forma temprana y comenzar el tratamiento médico lo antes posible.

Thinkstock

El trastorno del espectro autista (TEA) es una enfermedad neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Afecta la forma en que una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Conocer los síntomas es importante para diagnosticarlo en forma temprana y comenzar el tratamiento médico lo antes posible.

El trastorno del espectro autista (TEA) es una enfermedad neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Afecta la forma en que una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Conocer los síntomas es importante para diagnosticarlo en forma temprana y comenzar el tratamiento médico lo antes posible.
La organización Speaks Autism en todas sus campañas ha insistido en la importancia de la detección temprana para recurrir a un especialista cuanto antes. Investigaciones recientes confirman que un examen adecuado puede determinar si un niño está en riesgo de ser autista antes del año de vida. Como padre debes aprender a familiarizarte con las señales tempranas del autismo.
Según indica el listado de señales de alerta de los CDC, los niños a los 12 meses ya tienen la capacidad de responder con un gesto a su nombre. Si esto no ocurre con el paso del tiempo, conviene consultar con el pediatra. Los CDC aclaran que en muchas ocasiones se trata sólo de un pequeño retraso en el desarrollo.
Hacia los 14 meses,  los pequeños ya tienen la capacidad de señalar cosas que les llaman la atención o que desean, un avión en el cielo, un perro ladrando, un dulce que quieren comer. Si esto no ocurre, puede ser una señal de atraso en el desarrollo.
Darle de comer a un juguete es un típico juego infantil que indica el desarrollo y que comienza hacia los 18 meses del niño. Que no ocurra puede ser una señal de Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Se reconocen tres tipos: el trastorno autista (conocido como el autismo clásico), en el que el niño presenta atraso en el lenguaje y desarrollo intelectual; el síndrome de Asperger, que suele presentarse con algunos de los síntomas del autismo, pero en forma más leve y el "trastorno generalizado del desarrollo no especificado" o autismo atípico, niños que no tienen un diagnóstico de autismo o Asperger pero sí tienen problemas de socialización.
Que el niño no mire a los ojos cuando se le habla, es una típica señal de alerta. El auto aislamiento también es otro rasgo de estos trastornos. Una nueva encuesta del gobierno en EE. UU. indica que 1 de cada 45 niños, de 3 a 17 años de edad, ha sido diagnosticado con trastorno del espectro autista (TEA). Esto es más alto que el estimado dado por los CDC, 1 en 68 niños estadounidenses con autismo.
El niño con un trastorno autista tiene dificultad para comprender los sentimientos ajenos y para expresar los propios. En muchos de los casos, se desarrollan bien hasta los 24 meses, para luego dejar de adquirir destrezas como la capacidad de comunicarse, revelan estudios.
Es un síntoma que suele afectar a todo el espectro de TEA. Las terapias tempranas logran salvar esta barrera de comunicación en la mayoría de los casos, advierten los CDC. Expertos explican que uno solo de estos síntomas no definen a un niño autista, sino una combinación de gran parte de ellos.
El niño afectado por estos trastornos suele ser irritable y los cambios mínimos cambian rápidamente su humor. Los padres comienzan a observar que no se trata de los típicos malestares o perretas sino de cambios de humor "distintos": el niño autista es difícil de confortar. Es una señal de alerta para hablar con el pediatra.
Otros rasgos muy típicos de los trastornos TEA son cuando el niño se mece como autómata, realiza un movimiento de aleteo con sus manos o gira en círculos. No se trata de un movimiento aislado, aclara la Autism Society, sino de una conducta a repetición, que llama rápidamente la atención de los padres o personas cercanas.
Por ejemplo, gritar o angustiarse exageradamente frente a un ruido, o reirse a gritos en momentos inoportunos. También temerle a cosas inofensivas pero no tener conciencia de peligros reales. Los niños con trastornos TEA graves pueden llegar a dañarse a sí mismos. Se irritan si se los saca de la rutina diaria.
Los CDC explican que muchos de los pequeños con estos trastornos tienen conductas obsesivas: querer ver un video de principio a fin (incluidos anuncios y créditos) decenas de veces, apilar o poner en fila objetos. Si no se les permiten estas rutinas, tienen una rabieta.
El niño autista usa pocas palabras y suele monologar: no escucha lo que los demás le dicen. La ciencia aún investiga las causas de estos males, pero se sabe que el secreto está en los genes, en trastornos congénitos y en el medio ambiente, pero no en la forma de educar de los padres.
La repetición de palabras es un rasgo que cruza todos los TEA, habitualmente es la palabra "mamá" o "papá", la que dicen una y otra vez, informa la Autism Society. La campaña "Aprenda los signos, reaccione pronto", de los CDC, ayuda a detectar a tiempo síntomas que se alejen del desarrollo normal de un pequeño.
Si piensas que tu hijo tiene alguno de estos síntomas, debes saber que no estás solo. Puedes llamar a la Sociedad Americana de Autismo 1‑800‑328‑8476 o a Autism Speaks 1‑888‑288‑4762. Ellos podrán orientarte y brindarte información en español.
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