La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en América Latina y el Caribe la influenza estacional causa 36.500 muertes por enfermedades respiratorias y 400.000 hospitalizaciones al año.
Hay una forma de prevenir contraer el virus de la gripe y es
a través de la vacunación. La vacuna también hace que, si se desarrolla la infección, no haya consecuencias graves para la salud o letales.
La vacuna se puede administrar a partir de los 6 meses.
Se trata de una única dosis que debe administrarse cada año, unas semanas antes de que comience la temporada “oficial” de influenza, para que el organismo desarrolle inmunidad.
Como el virus cambia cada año y las cepas que circulan son diferentes cada temporada, la formulación del año anterior no es eficaz para la temporada en curso.
mantener una buena higiene y lavarse bien las manos,
evitar el contacto cercano con personas enfermas,
taparse la boca al toser y estornudar (utilizar máscara si es necesario) y
quedarse en casa si se está enfermo
La gripe se contrae principalmente a través de las
gotitas respiratorias que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Estas gotitas pueden llegar a la boca o la nariz de personas cercanas o ser inhaladas y alcanzar los pulmones. Además, la gripe puede propagarse al tocar superficies contaminadas y luego tocarse la nariz, la boca o los ojos.
El Grupo Técnico Asesor sobre Enfermedades Prevenibles por Vacunación (GTA) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha recomendado que todos los países establezcan una
política de vacunación contra la influenza estacional que busque vacunar especialmente a:
bebés y niños de 6 a 23 meses (en algunos países a esta edad se aplican dos dosis iniciales, y luego la dosis anual)
mujeres embarazadas,
personas con enfermedades crónicas,
adultos mayores de 65,
y personal de salud
Según la entidad internacional, el 93% de los países y territorios de las Américas utilizan la vacuna contra la influenza estacional.
Vacunarse contra la influenza no solo protege al individuo sino
a toda la comunidad, porque frena la circulación del virus y lo debilita.
A modo de ejemplo:
En
México, la vacuna contra la gripe estacional es gratuita y se ofrece en las unidades de atención de la Secretaría de Salud durante la temporada de invierno, de noviembre a enero.
En
Panamá, el Programa Ampliado de Inmunización (PAI), ya ha administrado más de 472.000 dosis de la vacuna contra la influenza esta temporada.
En
Costa Rica, la vacunación contra la influenza está disponible para la población general, especialmente durante la temporada de gripe, que suele coincidir con la época lluviosa.
En
Guatemala, la vacunación es gratuita a través del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
La OPS y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se han asociado para establecer la
red REVELAC‑i, con el fin de evaluar la efectividad de la vacuna contra la influenza en América Latina y el Caribe. Hay varias vacunas contra la influenza aprobadas en la Región.
Esta iniciativa busca
mejorar las decisiones de salud pública mediante la recopilación de datos sobre el rendimiento y el impacto de las vacunas, reduciendo así las enfermedades y muertes relacionadas con la influenza.
Fuentes consultadas: Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, estudios científicos.