¿Te has sentido totalmente agotado a mitad del día? ¿te cuesta seguir adelante después del almuerzo? Para este tipo de situaciones bastante comunes la solución podría estar en una simple pero efectiva práctica: tomar una siesta.
Aunque suele ser vista como una costumbre de quienes tienen tiempo de sobra,
estudios recientes han demostrado que una siesta corta no solo es revitalizante, sino que puede mejorar tu productividad, creatividad y bienestar. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta una serie de medidas para maximizar sus beneficios:
¿Cuánto debe durar? Lo ideal es tomar "
siestas rápidas", es decir, alrededor de 20 minutos. A diferencia de aquellas que duran un par de horas y pueden dejarte aturdido y mareado cuando te despiertes, las siestas rápidas pueden favorecer el estado de alerta sin interferir con el sueño nocturno.
¿Cuándo tomarla? El mejor horario suele ser entre la 1:00 p.m. y 3:00 p.m., cuando los niveles de energía suelen disminuir naturalmente. Aprovechar este momento te permitirá conciliar el sueño con más facilidad, si esperas hasta más tarde, es posible que ya no tengas ganas o que eventualmente interfiera con tu sueño nocturno.
¿Dónde tomarla? Si te encuentras en casa, simplemente ve a tu habitación, allí te será más sencillo recrear el entorno en el que duermes de noche. Si no estás en casa, busca un lugar donde puedas reclinarte o acostarte, preferentemente tranquilo, fresco, y oscuro. Escuchar ruido blanco o usar tapones para los oídos y utilizar un antifaz para los ojos puede ayudarte para lograr ese ambiente ideal.
Otras consideraciones para que tu siesta rápida sea efectiva:
Programa tus llamadas y tareas de forma tal que no interrumpan tu descanso
Silencia las notificaciones de tu teléfono o colócalo en "modo avión" para evitar interrupciones
Programa una alarma para que te despierte cuando lo deseas, así evitas dormir de más
Reserva un poco más de tiempo para tomar tu siesta, si bien esta debe durar 20 minutos, puede llevarte un tiempo conciliar el sueño
Mantén un horario regular para tus siesta, esto ayuda al cuerpo a acostumbrarse a descansar en momentos específicos del día
Relájate, si no puedes quedarte dormido aprovecha ese tiempo que reservaste para descansar, para meditar o reflexionar.
Si tienes mucho sueño o tienes que estar muy alerta por algo importante, prueba tomar café antes de la siesta. La cafeína tarda aproximadamente 30 minutos en llegar al torrente sanguíneo, así que cuando te despiertes obtendrás energía extra.
¿Por qué es bueno tomar una siesta?
La evidencia científica disponible señala que una siesta efectiva puede ofrecer múltiples beneficios para la salud, destacándose:
Mejorar el estado de alerta y concentración: descansos de 10 a 20 minutos pueden aumentar la
eficiencia cognitiva y el rendimiento en tareas que requieren atención.
Reducir el estrés: dormir brevemente ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, proporcionando una sensación de
relajación y bienestar.
Mayor creatividad: durante la siesta, el cerebro procesa y reorganiza información, lo que puede
potenciar la creatividad y la resolución de problemas.
Incorporar una siesta rápida y bien planificada a tu rutina puede ser de mucha ayuda, pero no debe sustituir el sueño nocturno. Es esencial mantener una rutina de sueño adecuada para la salud general.
También es importante evaluar cuánto duermes por la noche y hacer ajustes en tus horarios si tienes problemas de somnolencia diurna. Deberás consultar a un médico si:
No puedes pasar el día sin sentirte somnoliento o quedarte dormido
Necesitas varias siestas al día
Necesitas recurrir a energizantes para mantenerte despierto
Este artículo fue producido por Tomás Vicente, periodista especializado en Salud.
Fuentes consultadas: Asociación Estadounidense de Psicología, estudios científicos