"Hacer más ejercicio", "Comer más saludable", "Perder peso", "Dormir mejor", "Leer más", "Mejorar las relaciones personales", "Ser más organizado", o "Viajar más", son solo algunas de las tendencias más populares que pueden encontrarse en redes sociales o motores de búsqueda en esta época del año.

Se trata de resoluciones o propósito, que con el correr del tiempo se han convertido en una tradición para cerrar el año, y decidir cómo empezar y transitar el que viene. Sin embargo, los expertos aseguran que estos objetivos, más allá de una tradición, pueden tener un impacto positivo en nuestra salud.

Puede que tu primera impresión al leer sobre las resoluciones de fin de año sea de rechazo o decepción, ya que no es algo que logres cumplir. Si es así, déjanos decirte que no estás solo, ya que como muestra una investigación publicada en Plos One, 45% de las personas evaluadas que se propusieron resoluciones de Año Nuevo no lograron cumplirlas.

Los autores afirmaron que la información, instrucciones y ejercicios sobre el establecimiento de objetivos eficaces, son aspectos claves para cumplir con las resoluciones. También señalaron que las resoluciones de Año Nuevo deberían estudiarse en profundidad como una estrategia potencialmente eficaz para el cambio de conducta.

Esto se debe a que, a pesar de que su cumplimiento no es total, son objetivos que pueden funcionar muy bien para comenzar a incorporar cambios saludables en el estilo de vida. Por ejemplo, proponerse perder peso, hacer dieta o mantener una alimentación saludable, puede repercutir positivamente en factores como los niveles de azúcar en sangre, colesterol o hipertensión, y prevenir afecciones como diabetes, enfermedad cardíaca u obesidad.

El impacto de las resoluciones de Año Nuevo también puede apreciarse sobre la salud mental, el bienestar emocional e incluso una mayor longevidad. Un estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) encontró que las personas que tienen un sentido de propósito más fuerte viven más que las que no lo tienen.

No existe una fórmula mágica para cumplir las resoluciones o propósito de Año Nuevo, pero si puedes seguir estos consejos para aumentar las chances de concretarlas:

Comienza dando pequeños pasos: la moderación tal vez no garantiza grandes resultados, pero si resultados sostenibles

Planifica como lograr tus resoluciones: si bien la intención es muy importante para implementarlas, la información y organización te ayudarán a concretarlas

Busca apoyo: las resoluciones son objetivos personales, pero eso no significa que debas hacerlo solo, puedes trabajarlas con personas con resoluciones similares

Elige objetivos realistas y sostenibles a largo plazo: asegúrate que tus objetivos sean específicos, no vagos.

Cuidado con la frustración: puede que en el camino a concretar tus resoluciones te encuentres con errores o fracasos que te desmotiven de continuar, es importante sobreponerse a la frustración que eso puede generar

Se flexible y dispuesto al cambio: es importante identificar posibles obstáculos que podrían interponerse en el camino que tenías pensado para lograr tus resoluciones y de ser necesario, buscar alternativas para concretarlo

No olvides realizar un seguimiento de tu progreso, esto te mantendrá motivado

Si te entusiasma la idea de hacer tu lista de resoluciones de Año Nuevo, pero no sabes por donde empezar, puedes encontrar ejemplos en redes sociales o motores búsqueda. Ten en cuenta que se pueden enfocar en distintos aspectos de nuestra vida:

Hacer dieta

Mejorar la alimentación

Bajar de peso

Empezar a hacer ejercicio

Dormir mejor

Viajar

Beber menos

Dejar de fumar

Pasar más tiempo con familiares o amigos

Ser más organizado

Ahorrar

Lograr un ascenso laboral

Ten en cuenta que todos estos objetivos son personales, y no existen unos mejores o más fáciles que otros, aunque los expertos si recomiendan centrarse en las que se proponen conseguir como parte de un proyecto a largo plazo, y no en las que son poco específicas o ambiciosas.