La salud del colon puede tener un efecto sobre la salud en general desde molestias, dolor abdominal y otros síntomas menos obvios como impacto en el sistema inmune y estado de ánimo.
¿Por qué es importante la salud intestinal?
El
microbioma incluye a todos los microorganismos, miles de bacterias, virus y hongos tanto benéficos como malignos que viven en el tracto gastrointestinal, principalmente en el intestino grueso.
Esta diversidad de microorganismos que habitan el colon pueden ayudar a la salud de varias formas, entre ellas:
Mejorar la digestión y absorción de nutrientes
Regular el sistema inmune
Protección contra las bacterias dañinas
Reducir la inflamación
Propiciar una mejor salud mental
Un microbioma diverso y saludable puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes, enfermedad inflamatoria intestinal, artritis psoriásica, algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y trastornos gastrointestinales.
5 claves para mantener saludable la microbioma intestinal
Agrega más fibra a tu dieta
Una ingesta alta en fibra se asocia a una mayor diversidad en el microbioma y una disminución del riesgo de padecimientos gastrointestinales como constipación,
cáncer de colon y enfermedad de Crohn. La fibra ayuda a mantener un colon saludable al reducir la inflamación.
Para obtener suficiente cantidad de fibra se requiere de 21 a 38 g de fibra al día. La fibra se encuentra en gran variedad de alimentos como: legumbres, granos enteros, aguacate, papas con cáscara, colecitas de Bruselas, tofu, moras, hojas verdes, nueces y semillas.
Manténte hidratado
El agua es fundamental para una digestión saludable. Ayuda a tu cuerpo en la absoriccón y transporte de nutrientes. Contribuye a mantener la temperatura corporal y ayuda en la producción de mucosidad para proteger al tracto digestivo.
Mantenerse
hidratado ayuda a prevenir la constipación. Al estar constipado, la microbiota del intestino cambia y se vuelve menos abundante. Al deshidratarte tu cuerpo te lo hace saber al tener sed, dolor de cabeza, tener la boca seca, tener mareos, cansancio y orinar con menos frecuencia. Toma diariamente 6 vasos de agua al día.
Maneja el estrés
El aumento del estrés frecuentemente se manifiesta con alguna molestia digestiva. Así mismo, el estrés causa que algunas hormonas como adrenalina y cortisol se eleven y propicien síntomas como diarrea, constipación, dolor de estómago y acidez de estómago.
Hay una fuerte conección entre colon y cerebro. Es por eso que puedes sentir náuseas o incluso vomitar después de una situación estresante o de alto riesgo.
Es importante saber manejar el
estrés con técnicas apropiadas de respiración, terapias de relajación, yoga y meditación.
Dormir lo suficiente
La salud intestinal puede estar vinculada a dormir mejor. De acuerdo a un
estudio publicado en la revista
Frontiers in Microbiology, en el cual se econtró que ciertas bacterias en el colon pueden tener un impacto en el sueño en diversas formas, desde la probabilidad de padecer insomnio, hasta la frecuencia con la que se necesita dormir la siesta, así como el tiempo que se permanece dormido por la noche.
Si te cuesta alcanzar ese objetivo, trata de mejorar la higiene del
sueño, así como practicar algunos consejos como hacer una rutina de ejercicio a diario y usar los tips de manejo del estrés que se han mencionado.
Manténte físicamente activo
Además de los muchos beneficios para la salud que tiene el ejercicio, en especial para el microbiota y
la salud digestiva. Se observó en un
estudio publicado en la revista
Nutrients en que se realizó de 150 a 270 minutos de actividad moderada o de alta intensidad a la semana, al menos durante 6 semanas se observó que se tuvo un efecto positivo en la salud del microbiota del colon.
En especial este beneficio se obtuvo al combinar el ejercicio aeróbico y el entrenamiento de resistencia.
Hacer ejercicio en forma regular puede ayudar a la salud intestinal.
Mejora la salud intestinal al incrementar el consumo de fibra, hidratarte, manejar el estrés, dormir lo suficiente y mantenerte activo.
Este artículo fue producido por la licenciada en Nutrición Gloria Rabell.
Fuentes consultadas: Facultad de Medicina de Harvard, Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.