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Problemas de sueño
¿Cuáles son los trastornos del sueño más frecuentes?
06 de noviembre 2025
Tiempo estimado de lectura: 7m
Trastornos del sueño

GettyImages

Los trastornos del sueño son afecciones que alteran los patrones normales por los que pasa el organismo humano al dormir. La ciencia ha identificado al menos 80 tipos distintos de trastornos. Los siguientes son los que se presentan con más frecuencia.

Apnea del sueño

La apnea del sueño es un tipo de trastorno respiratorio que se caracteriza por patrones respiratorios anormales mientras se está durmiendo. Las personas que sufren de apnea del sueño interrumpen la respiración durante breves períodos, varias veces a lo largo de la noche.
Si bien estos lapsos provocan que la persona se despierte seguido, lo cual altera su calidad del sueño, en otros casos no se despiertan por completo y no se den cuenta de que su respiración nocturna es anormal.
Existen varios tipos de apnea del sueño, clasificados según la causa de estas interrupciones respiratorias.
La forma más común de apnea del sueño es la apnea obstructiva del sueño (AOS), que causa síntomas cuando las vías respiratorias superiores se estrechan o colapsan durante el sueño. La forma menos común, llamada apnea central del sueño (ACS), ocurre cuando se interrumpen las señales cerebrales que desencadenan la respiración.
Las personas que sufren de apnea suelen no darse cuenta de los síntomas de estas afecciones, y muchas veces son sus parejas, o las personas que viven con ellas, las que lo advierten. Por ejemplo, el 90% de las personas con AOS, roncan.
Un diagnóstico y tratamiento oportunos ayudarán a que se duerma mejor, y a prevenir afecciones relacionadas con el mal sueño.

Insomnio

Cuando una persona tiene insomnio, le cuesta conciliar el sueño, no logra mantenerse dormida o tiene un sueño de mala calidad. Este trastorno puede desarrollarse incluso cuando la persona tiene todas las condiciones para dormir bien: es decir cuando no hay una causa aparente.
El llamado insomnio de corto plazo puede ser consecuencia de una situación específica de estrés que se haya vivido la jornada previa, o por cambios en los horarios o el entorno (por ejemplo, durante un viaje). Puede durar unos días o semanas.
El insomnio crónico (de largo plazo) se diagnostica cuando la dificultad para dormir se prolonga al menos por tres noches por semana, durante más de tres meses, y no puede explicarse completamente por una circunstancia específica o por otro problema de salud.
Este trastorno es más frecuente en las mujeres: una de cada cuatro tiene algunos síntomas de insomnio, como dificultad para conciliar el sueño, para permanecer dormida o ambos. Los científicos explican que la razón detrás de esta diferencia de género es que las mujeres experimentan cambios hormonales únicos que pueden aumentar el riesgo de insomnio como la menstruación, el embarazo y la menopausia.
El insomnio es una afección que debe diagnosticarse y tratarse, ya que puede afectar la memoria y la concentración. Su forma crónica aumenta el riesgo de afecciones como hipertensión, cardiopatías y diabetes.

Parasomnias

Las parasomnias son una categoría de trastornos del sueño que agrupan eventos o comportamientos no deseados durante la noche, como sonambulismo, miedos o terrores nocturnos, pesadillas y trastornos de conductas del sueño MOR que ocurren mientras se está durmiendo o en las transiciones entre el sueño y la vigilia.
Una persona con parasomnia puede parecer alerta o despierta porque puede comer, hablar, caminar o realizar otras actividades similares, pero sin ser consciente de lo que está haciendo porque el cerebro solo está parcialmente despierto.
Otra forma de parasomnia son los terrores nocturnos o las parálisis del sueño. Estos también se deben a que el cerebro está ligeramente más consciente de lo habitual durante el sueño.
Las cosas que una persona que padece una parasomnia puede hacer suelen ser más impactantes para los testigos de esa actividad nocturna atípica (la persona que vive o duerme con el afectado), que para el que las sufre, dado que no es consciente de lo que hace, e incluso no las recuerda al día siguiente.
Aunque son más comunes en niños, las parasomnias pueden ocurrir a cualquier edad. Si bien no son preocupantes, el peligro es que una persona con esta afección, sin saberlo, se lastime a sí misma o a otros.

Hipersomnia

La hipersomnia se caracteriza por somnolencia diurna excesiva y por dormir demasiado en general.
Las personas con hipersomnia suelen tener dificultades para mantenerse despiertas durante el día, lo que puede afectar de manera significativa sus actividades diarias y su bienestar general. Las causas pueden variar, pero suelen incluir afecciones médicas subyacentes, por ejemplo, efectos secundarios de medicamentos que se estén consumiendo, o estar padeciendo otro trastorno del sueño.
Como con todos los trastornos del sueño, reconocer los signos (entre ellos dificultad para enfocarse, estar más irritado que de costumbre o necesitar siestas frecuentes) y buscar un diagnóstico médico es fundamental para controlar la hipersomnia eficazmente.

Narcolepsia

La narcolepsia es un trastorno crónico que causa somnolencia extrema durante el día y altera el sueño durante la noche. Las personas con narcolepsia se quedan dormidas repentinamente durante las actividades diarias como comer, trabajar o conducir. Tener narcolepsia puede afectar la calidad de vida en casa, el trabajo y las actividades sociales.
Hay dos tipos de narcolepsia:
  • Narcolepsia tipo 1, que implica una pérdida repentina de control sobre los músculos, conocida como cataplejia. Emociones como la risa, el miedo, la ira, el estrés o la excitación pueden desencadenar la cataplejia.
  • Narcolepsia tipo 2, que no tiene cataplejia como uno de sus síntomas. Las personas con cataplejia tienen concentraciones bajas de un neurotransmisor (una sustancia química que actúa como “mensajero” en el sistema nervioso) conocido como hipocretina/orexina , que ayuda a mantenerse despierto.
Hasta un 33% de las personas con narcolepsia tienen también apnea del sueño. Sin embargo, la narcolepsia se puede diagnosticar solo después de que una persona haya recibido tratamiento para la apnea del sueño.

Desórdenes del ritmo circadiano

Un ritmo circadiano normal puede alterarse por factores como la exposición a la luz azul (la de algunas lamparitas como las LED), los trabajos nocturnos o los viajes en los que se transita por diferentes zonas horarias.
Hay seis trastornos del ritmo circadiano del sueño, y todos tienen en común que derivan de un desajuste entre el ritmo circadiano interno de una persona y su entorno.
Los síntomas pueden ser similares a otras alteraciones del sueño, entre ellos cambios significativos del humor y un mayor estrés; también tener la necesidad de dormir a horarios no convencionales, y tener trastornos digestivos.
Se necesita un diagnóstico diferenciado y especializado para tratar este trastorno de manera apropiada.

Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de las piernas inquietas se presenta cuando existe una necesidad incontrolable de mover las piernas, que puede aparecer cuando se está sentado o acostado.
Algunas personas lo describen como una sensación de que algo se arrastra o trepa por sus piernas, o como un hormigueo o ardor. El movimiento ayuda a sentirse mejor, pero no durante mucho tiempo. El síndrome de piernas inquietas puede ocasionar problemas para quedarse, y permanecer, dormido.
En la mayoría de los casos, no hay una causa conocida de este síndrome. En otros, es consecuencia de una enfermedad o un cuadro como la anemia o el embarazo. Algunas medicinas también pueden causar síndrome de piernas inquietas temporal. La cafeína, el tabaco y el alcohol pueden empeorar los síntomas.
Los cambios en el estilo de vida, como lo son los hábitos para dormir, las técnicas de relajación y el ejercicio moderado durante el día, pueden ayudar a controlar este síndrome.
Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., BMJ Best Practice, Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), John Hopkins Medicine, Office on Women's Health, Sleep Foundation.
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