Cada año en nuestra región hay 220.000 nuevos diagnósticos, y para 2045, se estima un incremento de más de un 50% en nuevos casos de cáncer de mama.
Para que esta última estadística no se convierta en realidad, y revertir la tendencia de mortalidad por este cáncer, hay acciones muy concretas y posibles que PALIG se ha comprometido a impulsar mediante su campaña Mas Salud Más Vida. Entre ellas:
Educación para promover la detección precoz; la persona debe aprender a reconocer los primeros síntomas y señales de este cáncer, y si hay algo sospechoso, pedir de inmediato una cita con el médico de cabecera.
Tener un diagnóstico a tiempo, esto significa una evaluación clínica, imágenes y biopsia en menos de 60 días desde esa primera cita.
Y lograr un 80% de tratamientos completos en etapa precoz.
Para alcanzar la meta de diagnosticar más del 60% de los casos de cáncer de mama en estadios I y II, y no en etapas más avanzadas, es esencial la educación del paciente.
Según la
Sociedad Americana de Cáncer, las tasas de supervivencia del cáncer de seno dependiendo del estadío en que se detecte son:
Localizado, invasivo, es decir en estadio 1 o 2, sin incluir carcinoma ductal in situ. (no hay signos de que el cáncer se haya diseminado más allá de seno): más del 99%.
Regional, el cáncer se ha propagado fuera del seno hacia estructuras cercanas o ganglios linfáticos: 87%.
Distante, el cáncer se ha propagado a partes distantes del cuerpo, como los pulmones, el hígado o los huesos: 32%.
La entidad define una tasa de supervivencia relativa comparando a las mujeres con el mismo tipo y estadio de cáncer de mama con las mujeres de la población general. Por ejemplo, si la tasa de supervivencia relativa a 5 años para un estadio específico de cáncer de mama es del 90%, significa que las mujeres con ese cáncer tienen, en promedio, un 90% más de probabilidades de vivir al menos 5 años después del diagnóstico que las mujeres que no lo tienen.
Además de la crítica educación individual, expertos coinciden en que la mamografía es una
poderosa herramienta para detectar la presencia de cáncer en etapa temprana. Aunque no es perfecta, permite detectar el cáncer antes de que produzca signos o síntomas de advertencia, cuando las posibilidades de supervivencia a largo plazo son mayores. Las
mamografías de detección periódicas pueden ayudar a reducir el número de muertes por cáncer de mama entre mujeres de 40 a 74 años. Esta evidencia sobre el beneficio de la mamografía es
aún más sólida para las mujeres de 50 a 69 años.
Como profesional de la salud, usted tiene un papel protagónico en la lucha contra el cáncer de mama. Su voz es la más confiable para sus pacientes, y su recomendación puede ser la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío. Le solicitamos su apoyo activo en esta campaña: informe a sus pacientes sobre la importancia de la mamografía de detección, especialmente a mujeres a partir de los 45 años. Dedique unos minutos durante las consultas para explicar los beneficios de los controles periódicos, resuelva sus dudas y miedos, y facilite el acceso a estos estudios. Su compromiso con la prevención no solo puede salvar vidas, sino también reducir significativamente el impacto emocional y económico que representa un diagnóstico en etapas avanzadas.
Juntos podemos cambiar las estadísticas y convertir la detección temprana en una realidad para más mujeres en nuestra región.
Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios o informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.