Tu rutina te permite conocer a muchas personas. Con algunas mantendrás conversaciones, con otras tal vez solo intercambies palabras, e incluso puede que con muchas ni siquiera hables, pero puedes identificarlas. Generalmente, esto es posible gracias a sus rostros, pero ¿y si no pudieras contar con esta herramienta de reconocimiento? Eso se llama prosopagnosia, y es más común de lo que crees.